El carbono orgánico del suelo (COS) es un componente importante del ciclo global del carbono (C). Los suelos contienen más C que la suma existente en la vegetación y en la atmósfera, y en este sentido puede actuar como fuente o reservorio de C dependiendo de su uso y manejo que se aplique. Además, el COS es un indicador síntesis y universal que afecta a la mayoría de las propiedades químicas, físicas y biológicas del suelo vinculadas, y que otorga: calidad; sustentabilidad; y capacidad productiva a los sistemas. Por lo tanto, el manejo sustentable busca que el COS se mantenga o aumente.